Donde debes buscar la luz

LA MATERIA Y LO REAL 

El materialismo afirma: «no existen sino la materia y el instinto; saquemos el mejor partido posible». 

SANA TU VIDA, SALVA TU ALMA, mira tu realidad y aceptala, dentro de ti esta la solucion, pide ayuda a la divinidad


El resultado de ambas doctrinas es idéntico: fatalismo en historia y en filosofía, realismo en arte, supresión del sentimiento religioso y de la idea divina. Se pretende emancipar al hombre liberándolo de la idea de Dios y se le hace esclavo de la materia. 

Decapitando al universo se decapita a las personas. Se sobreentiende que no confundo aquí la propia ciencia, admirable en su trabajo de observación y clasificación, con los vulgarizadores fanáticos que teorizan el agnosticismo y el materialismo. Estos últimos son los que arrojan un velo negro a través del cual el mundo aparece como un cementerio. Hace tiempo que son legión los que se rebelan contra este velo cuyos pliegues innumerables ocultan el universo viviente y encadenan el pensamiento. 

ENCONTRAR LA LUZ

Pero ¿dónde encontrar la espada de luz que lo desgarre? Unos recurren a la vieja metafísica cuyos conceptos abstractos, sin poder sobre la naturaleza viva, no suministran más que armas embotadas. Otros se resignan a la filosofía de los compartimentos estancos que pone a la ciencia en un sitio y a la moral religiosa en otro, filosofía que conduce a una impotencia total pues corta al hombre en dos. Los de más allá retoman sin comprenderlos los dogmas de la iglesia, y buscan consuelo en sus ritos cuya magia se perdió al tiempo que su sentido sublime. 

Dichos ritos pueden todavía apaciguar la inquietud pero no procuran la verdad.  ¿Dónde está la espada de luz que traspase a la vez las tinieblas del alma y los abismos de la naturaleza para volver a encontrar a Dios en ellos? ¿Es dueña del mundo una ciencia que mata? ¿La sabiduría fuente de vida solo es una palabra huera? Esto es lo que muchos afirman y lo que creen casi todos. Y sin embargo existe una sabiduría primordial, trascendente, eterna, en la que reside el conocimiento pleno. 

Antes fluía desbordada como el Ganges que cae desde las nieves del Himalaya. Hoy apenas parece un delgado hilo de agua que corre sobre un cauce de guijarros. Pero nunca ha desaparecido por completo. Esta sabiduría procede de otras facultades que las que usa la ciencia actual. La intuición no es sino un pálido reflejo y su primera etapa. Se llama videncia, contemplación de lo divino, comunión viva con el Eterno. 

SABIDURIA Y LUZ

Esta sabiduría procede de la luz interior que se enciende en el hombre en un determinado punto de su desarrollo. Penetra a través del mundo astral, laboratorio de las fuerzas creadoras, hasta el mundo espiritual origen de las cosas. Las traducciones que de esta sabiduría nos dan el lenguaje y el arte humanos son oscuras e imperfectas. 

Pero su fuente es pura y radiante pues brota bajo el influjo directo de las potencias espirituales que han creado el mundo. Los sabios primitivos no solo vieron estas potencias sino que contemplaron interiormente los grandes misterios de la creación, quiero decir los sucesivos aspectos que revistió el sistema solar antes de la formación de la tierra.

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