La Meditación y la conformación del ser humano
La constitución del hombre, es básicamente triple
I. La Mónada o Espíritu puro, el Padre en el Cielo.
Este aspecto refleja los tres aspectos de la Deidad:
1. Voluntad o Poder = El Padre.
2. Amor-Sabiduría = El Hijo.
3. Inteligencia activa = El Espíritu Santo.
Únicamente en las últimas iniciaciones, cuando el hombre va acercándose al fin de la jornada y se ha perfeccionado, puede establecer contacto con el primer aspecto.
La mónada también se refleja en:
II. El Ego, Yo superior o Individualidad.
Potencialmente este aspecto es:
1. Voluntad espiritual = Atma.
2. Intuición = Budi, Amor-Sabiduría, el principio Crístico.
3. Mente superior o abstracta = Manas superior.
El Ego empieza a hacer sentir su poder en el hombre evolucionado y, en forma acrecentada, en el sendero de probación, hasta que en la tercera iniciación llega a perfeccionar el control que ejerce el Yo superior sobre el yo inferior y el aspecto más elevado comienza a hacer sentir su energía
El ego se refleja en:
III. La Personalidad o yo inferior, el hombre en el plano físico.
Este aspecto es también triple:
1. El cuerpo mental = manas inferior.
2. El cuerpo emocional = cuerpo astral.
3. El cuerpo físico = el físico denso y el cuerpo etérico.
Por lo tanto, el objetivo de la meditación consiste en que el hombre comprenda el aspecto egoico y que la naturaleza inferior sea controlada por ese aspecto. Tal es la meta inmediata para el hombre común.
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