Antes de nacer todas las almas tienen esta experiencia

LA PRUEBA DE FUEGO DE LAS ALMAS

 La prueba del fuego que comienza a sufrir el alma inmediatamente que experimenta el deseo de nacer, Y que continúa todo el tiempo que el hombre permanece siendo hombre solamente, es la quema destrucción de toda amalgama de su naturaleza. 



Cuando esta prueba está completa, el ego puede efectuar el milagro de la resurrección y renacimiento a un estado superior y puede comenzar a formar su cuerpo regenerado que será digno de la inmortalidad. El instinto de la naturaleza animal es evitar el sufrimiento Y buscar defensa de el.

ESPIRITU Y MATERIA

 Pero el espíritu del hombre ha buscado nacimiento en la materia con el objeto de obtener purificación Y desea, no solamente entrar en la prueba del fuego, sino entrar en ella desvalido. Por tanto él pronuncia las dos estrofas de la letanía que siguen a la expresión del deseo de nacer. La mística unión está expresada en la parte final de la última estrofa; está más allá de la comprensión del hombre. 

Sólo confusamente puede comprenderla por grados a medida que sigue las ceremonias ocultas y obtiene más y más iluminación respecto de ellas. Otoño, invierno, primavera y verano se repiten debidamente cada año, porque el divino Espíritu de la Naturaleza desciende continuamente a la Naturaleza y pasando a través de la materia vuelve a sí mismo. 

Cada año el drama se efectúa de nuevo. La historia de la peregrinación del hombre está contenida, en este drama anual, y es la base de las leyendas que forman el esquema de las grandes religiones.

LAS TRES SITUACIONES DE LA VIDA

Deseo, matrimonio, nacimiento: éstos nos traen aquí; amor, muerte, resurrección: éstos nos llevan de aquí. Exactamente como las verdes hojas vienen con cada primavera, así el significado interno de las verdes hojas se revela al discípulo en la perpetua reaparición de la primavera. 

Los egipcios fueron los primeros en instituir un calendario sagrado, en el cual cada día tenía su especial ceremonia religiosa. El iniciado egipcio que dio al autor de la “Historia del Año” los fragmentos de la Letanía del Nacimiento y de la Letanía de la Resurrección del antiguo ritual, ha trazado ahora los ritos y vigilias de los meses que transcurren entre la Navidad y la Pascua de resurrección; pero no ha trazado nada para los meses de verano y del otoño, durante los cuales ninguna de las religiones existentes tiene fechas determinadas para ceremonias o fiestas. 

Sin duda, esto está de acuerdo con la creencia aceptada de los antiguos, de que ningún gran sacrificio se debe comenzar durante el curso del Sol hacia el Sur. El Sur pertenece a Yama, dios de la Muerte. Los meses sagrados son aquellos durante los cuales el Sol avanza hacia el Norte. 

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